Es licenciado en Administración de Empresas, director de Silver Cloud Advisors, agente asesor global de inversión; profesor en la UADE y columnista de varios medios. Invitado por la empresa Agro Alarcia estuvo en Coronel Suárez y disertó sobre “¿Dónde estamos y hacia dónde vamos”.
En diálogo con La Nueva Radio Suárez, dijo que la crisis de Argentina, se vive hace bastante tiempo: “Es, no solo económica, sino social, de infraestructura. Yo creo que a veces hay cosas en la vida que son inevitables. Nos tendríamos que preparar para cuando nos sucedan, para asegurar como mejor nos comportamos”.
A estas consideraciones introductorias agregó que “todos sabemos que el dólar no vale 350 $, que el valor de la nafta no es este, ni la energía tampoco”. Indicó que se refería, sobre todo, para el Conurbano y CABA, porque quizás, en el interior las cosas se pagan más. “Hay precios relativos que no tienen sentido y Argentina no tiene cintura para aguantarlo. Va a tener que hacer un cambio, gane quien gane, tendrá que hacer un cambio esencial. Y nosotros, como sociedad, tenemos que prepararnos, porque esos cambios nos van a venir rápido”.
Consultado en torno a cómo se hace, porque, en el caso del asalariado no resistiría un reacomodamiento entre el dólar oficial y el dólar blue, analizó que “toda la población lo está pagando con la inflación, porque tienen que emitir, para no hacerlo. Y el otro problema es, que haya desabastecimiento: ¿cuánto vale cuando no hay?”, se preguntó.
Consultado en torno a cuánto pierde el Estado, porque referido al abastecimiento de combustible, tuvo que importar a un dólar mayor, insistió en el concepto que “no pierde el Estado, o no pierde el político, el que gobierna. Perdemos nosotros, con nuestra capacidad de pago. Muchas veces hay gente que no tiene auto, no usa la nafta, y paga por esto porque le triplicaron el valor de las cosas. Con el mismo salario”.
Analizó que Argentina, “mucho más que una crisis económica, tiene una seria crisis de credibilidad”. Por lo que ambos candidatos, gane quien gane, van a tener que construir una credibilidad desde cero”. En un concepto personal, dijo que el partido, gane quien gane, lo empieza perdiendo 3 a 0, “porque la mayoría de la gente va a votar a uno, para que no gane el otro. Churchill tenía una definición buenísima; decía que uno puede ganar una elección con el 50 % de los votos, pero es imposible gobernar con el 50 en contra”.
Por eso, indicó que quien gane el ballotage del domingo, “va a tener que construir la credibilidad. Argentina no tiene un problema de recursos, ni naturales, ni de capital. Atravesamos la peor sequía de la historia, pero el productor resistió, no es que quebró. Argentina está en presencia en el mínimo histórico de cheques rechazados. Porque el sector privado camina, el que se fundió, es el Estado. En ese proceso hay precios relativos que corregir y no hacerlo es mucho peor porque el ajuste, después, es mucho más doloroso”.
Comparando la pandemia, con la crisis, analizó su impacto, diciendo que no fue lo peor, porque afectó a algunos y a otros no. “Yo aprendí en economía que lo primero que hay que identificar es si una crisis es temporaria o permanente. Cuando es temporaria resistís. Cuando crees que es permanente, tenés que cambiar el sistema. La pandemia siempre se miró como temporal y la gente resistió; obviamente que hay mucha gente que quedó en el camino. Hay otras crisis que son estructurales en la Argentina, donde la gente no tiene comida, pero también no tiene cloacas, no tiene como educar a sus hijos. Y eso, es mucho más grave. Nosotros somos de una generación donde se ponderaba el mérito, donde nuestros abuelos vinieron sin educación. Ellos forjaron que nos hayamos educado, formado, eso era movilidad social. Ahora, tengo la sensación que cortamos la movilidad social. Mis hijos, difícilmente puedan lograr lo que nosotros. Eso, es lo que Argentina, en los últimos años arruinó. Esa capacidad de emprender, de trabajar, que el mérito vale la pena. Yo no puedo creer que se vendió que en la Argentina no vale la pena el esfuerzo”.
Cerró la entrevista tomando una frase de Keynes, quien decía que “no hay peor dolor que el soportable. Porque ¿cuándo cambias?: cuando ya no das para más. Hoy, el 50 % está fuera del sistema”. Por lo que indicó que “gane quien gane, hay cosas que va a tener que hacer, creo que muy parecidas, cualquiera de los dos. Si vos los escuchás bien, creo que están discutiendo la forma y la velocidad, no lo que hay que hacer”.